25 de agosto de 2020

Boletín extra #22: Habilidades sociales. Parte 2


Repasa la guía anterior que encuentras en esta entrada Luego realiza la siguiente lectura:
 Cómo desarrollar la Asertividad
Puedes realizar los siguientes pasos:
  1. Empieza a respetarte y alcanza un equilibrio emocional interno.
  2. Aprende a distinguir conductas asertivas de otras que no lo son, como las agresivas o las pasivas.
  3. Identifica conductas que han de cambiarse.
  4. Descubre las situaciones que nos producen ansiedad o dificultad para expresarnos asertivamente.
  5. Elabora un plan de acción por escrito identificando las conductas agresivas y/o pasivas y escríbelas en modo asertivo.
  6. Decide la conveniencia o no de usar técnicas asertivas según las situaciones a las que te enfrentes. Aunque siempre es la mejor opción, existen ocasiones puntuales en las que puede que no tenga eficacia.
  7. Ensaya situaciones en las que puedes responder asertivamente.
  8. Combina las palabras con la expresión gestual y corporal. A veces nuestro lenguaje corporal expresa más que el lenguaje oral.
  9. Automatiza las conductas y aplicarlas a la vida real.
Ser asertivo es algo que empieza desde el interior de nosotros mismos. Aunque en el pasado nos hayan educado o tratado de forma poco asertiva y no nos hayan permitido desarrollarnos de la mejor manera, tenemos la capacidad de poder replantearnos y mejorar.

Muchas personas no son conscientes de la importancia que tiene ser asertivo. Si empiezas a cambiar un poco tus hábitos veras cambios positivos en tu entorno y en ti mismo, tu autoestima mejorará y pronto irás consiguiendo todo lo que quieres.

A veces, más que expresar algo, la cuestión es de qué forma lo expresas, puedes dar una visión muy distinta a tu interlocutor si te expresas con asertividad.

Así que atrévete a ser más asertivo, obtendrás mejores resultados, te sentirás mejor y serás algo más feliz.

Recuerda: se actúa asertivamente, no se es asertivo. Dicho esto, comencemos la lista de herramientas para desarrollar esta habilidad.
Herramientas para desarrollar la Asertividad
  • Disco rayado: Consiste en repetir tranquilamente las palabras que expresan nuestros deseos tantas veces como la otra persona repita su petición.
Tenemos que elegir un mensaje y mantenerlo hasta que la otra persona deje de insistirnos y, aunque desespera bastante, tanto para la persona que está dando el mensaje como para la que lo recibe. Es una de las mejores técnicas, ya que no existe lugar para la equivocación en el mensaje que queremos transmitir.

Además es la técnica más efectiva para las personas que antes actuaban agrediendo o aceptando y ahora están aprendiendo esta estrategia comunicativa.
  • Banco de niebla: Es bastante parecida a disco rayado, ya que mantienes un mensaje pero incluyendo la posibilidad, ante la persona que no está haciendo una petición o criticando, de que haya parte de verdad en lo que dicen.
Esto no significa darle la razón o perder la nuestra, sino aceptar que hay dos puntos de vista y que ninguno es mejor que otro. De esta forma la otra persona no se sentirá atacada y nosotros seguiremos manteniendo nuestra postura.
  • Autorrevelación: Esta técnica consiste en dar a conocer aspectos positivos y negativos de nuestra personalidad, nuestro comportamiento y nuestro estilo de vida.
Su objetivo es favorecer la comunicación con los otros, descubriendo características nuestras que puedan facilitar el conocimiento de nuestra forma de ser y actuar a los otros, por lo que habrá menos posibilidades de que nos intente manipular, ya que tanto nosotros como los otros somos conscientes de hasta dónde llegan los límites.

Asertividad, Agresividad y Pasividad
En el día a día se nos dan circunstancias de conflicto que podemos lidiar de diferentes maneras. Ya sea de forma pasiva, agresiva o asertiva. Para salir airosos de los conflictos y conseguir buenos resultados sin que nadie salga demasiado perjudicado, la manera más adecuada es actuando con asertividad. 

Podemos entender este concepto de asertividad como un continuo de comportamiento, encontrando en un extremo la conducta pasiva y en el otro la agresiva.

La conducta asertiva estaría situada en el punto medio de ese continuo, siendo al mismo tiempo la más adaptativa desde el punto de vista de las relaciones interpersonales. Cualquiera de estos tres estilos de comunicación lleva asociados comportamientos observables, verbalizaciones y aspectos de la comunicación no verbal como gestos, movimientos y posturas corporales.

Las personas que se comunican de forma pasiva por lo general tienden a manifestarse inhibidos, evitando el enfrentamiento con los demás por miedo a no ser aceptados, no expresando sus opiniones ni defendiendo sus derechos.

Por otro lado, el estilo de comunicación agresiva implica defender nuestros derechos, pero haciéndolo de forma inapropiada al no tener en cuenta cómo pueden sentirse los demás. De esta forma, las personas que se comunican de forma agresiva tienden a imponer sus opiniones y sus derechos sobre los de los demás.

Finalmente las personas asertivas son aquellas que, como ya hemos dicho, defienden sus derechos teniendo en cuenta al mismo tiempo los de los demás.
Cada una de estas tendencias de comportamiento tiene distintas implicaciones a nivel psicológico e interpersonal.
  • Las personas que se comunican de forma asertiva se sienten por lo general satisfechas en sus relaciones interpersonales, y eficaces en cuanto a su comportamiento social.
  • Defender nuestros derechos asertivamente genera un autoconcepto y una autoestima positivos, al fomentar la confianza y la seguridad en la propia capacidad para relacionarnos de forma adecuada, y no permitir que los demás se aprovechen de nosotros.
  • Las relaciones interpersonales de las personas asertivas son por lo general más gratificantes y satisfactorias. En cambio, las personas que actúan de forma pasiva tratan de buscar continuamente la aprobación de los demás, sintiéndose poco eficaces a la hora de influir sobre ellos.
  • Muchas veces acaban haciendo cosas que no quieren hacer o buscando la aceptación por parte de los otros de forma inadecuada y renunciando a sus propios derechos. Esto da lugar a problemas de autoestima e inseguridad en el ámbito interpersonal.
  • Por último, el principal efecto del estilo agresivo de comunicación es el rechazo social, al tratar de hacer prevalecer sus opiniones y no permitir al resto expresarse o defender sus derechos. Finalmente también acaban por manifestar problemas de autoestima dado que sus relaciones no resultan satisfactorias.
En el relato anterior hemos observado una primera parte de actuación pasiva y una segunda parte en la que se pasaba a la agresividad. Muchas personas, al igual que la protagonista, actúan de manera poco asertiva porque creen que no son capaces de expresar sus opiniones y sentimientos con total libertad e igualdad ante el resto.
Realiza el siguiente test y reflexiona acerca de tus comportamientos y actitudes:

Test para comprobar tu nivel de Asertividad
Responde A, B o C y suma tus respuestas. Comprueba al final con qué estilo de conducta te identificas más.
  • Me piden hacer algo que no me agrada…
a) Acepto gustosamente.
b) Me niego rotundamente.
c) Expreso que no me agrada esperando que la otra persona lo entienda.
  • A la hora de tomar una decisión conjunta de grupo…
a)Me adjunto a la opinión de la mayoría.
b) Normalmente se hace lo que yo digo.
c) Intento convencer al resto para que tomen la decisión que me parece más justa.
  • Ante una situación de injusticia…
a) No me gusta lo que veo pero me mantengo al margen. No quiero salir mal parado.
b) Me rebelo inmediatamente y discuto con quien haga falta. No me importa llegar a las manos si es necesario hacer justicia.
c) Me hago oír con buenos argumentos y discuto sosegadamente siempre y cuando no se genere una situación violenta.
  • Un amigo me pide el computador  prestado y yo…
a) Se lo dejo aunque me da miedo que me lo pueda estropear.
b) Mi computador es intocable. Le indico un internet  y que se busque la vida.
c) Explico como tiene que cuidarle y me aseguro de que lo vaya a utilizar servicialmente antes de prestárselo.
  • En un restaurante te dan una comida diferente a la que habías pedido, ¿qué haces?
a) No pasa nada. Seguro que están muy ocupados, no quiero molestarles. Me lo como igual y si me quedo con hambre ya picaré algo en casa.
b) ¿Qué se han creído? Ahora mismo me ponen lo que he pedido o sino hoja de reclamaciones. Y no creo que vuelva a este sitio.
c) Pido por favor que me traigan lo que he pedido.
  • En una reunión de colegio están explicando un nuevo cargo a desarrollar pero no está quedando muy claro. Tu…
a) Escucho en silencio sin interrumpir al profesor, le tengo mucho respeto. Ya preguntaré después a un compañero para que me lo explique mejor.
b) Me levanto de la silla y le digo que no tengo ni idea de hacer eso. Desconecto y paso… si no me entero ya lo hará otro por mí.
c) Pido la palabra y digo qué es lo que no entiendo para que lo explique de nuevo.
  • Un amigo llega de mal humor. Comienza a gritar y a quejarse con todo lo que ocurre en el grupo.
a) Yo no digo nada. Ya se calmará. No voy a echar más leña al fuego.
b) ¿Pero de qué vas? O cambias de actitud o acabamos a golpes.
c) No creo que sean las formas adecuadas de tratarnos. Nosotros no te hemos hecho nada, intenta desconectar un poco de los problemas y escúchanos, seguro que te encuentras mejor.
  • Eres el coordinador de un trabajo y uno de los estudiantes tiene que rellenar un formulario. Su jornada escolar ha acabado y él tiene prisa. ¿Qué haces?
a) Me espero al día siguiente a ver si tengo un espacio y le pillo bien.
b)¡Eh, tú! No te vayas tan corriendo, la jornada escolar  acaba cuando yo digo y aún no he dicho nada. Siéntate y rellena esto.
c) Perdona un momento, sé que la jornada ha acabado pero necesito que rellenes este formulario, por favor. Sólo será un momento.
  • Estás en la cola del supermercado. En un despiste se coloca delante de ti una señora asegurando que ella estaba primero…
a) No tengo prisa. Me da igual que se ponga una persona delante. Seguro que tiene cosas mejores que hacer que yo.
b) ¡Para, para! Que ahí estaba yo. Se pone detrás como todo el mundo, que no es usted más que nadie.
c) Perdone, pero creo que no se ha dado cuenta y se ha puesto delante de mí. Si no la importa, déjeme mi sitio de nuevo.
  • Un amigo tuyo se ha metido en un conflicto. Tú lo ves desde lejos y…
a) Me hago el despistado, no me gustan los líos.
b) Me falta tiempo para llegar ¿a quién hay que pegar?
c) Voy corriendo a ver qué pasa e intento hablar con todos para evitar que el conflicto vaya a más.
RESULTADOS
Mayoría A
Tu estilo de conducta normalmente es pasivo. Raramente entras en conflictos pero sueles sentirte incómodo en muchas situaciones por miedo a expresarte. Sueles aceptar con facilidad los deseos de otros y adoptar actitudes sumisas e inhibidas. Debes de aprender a tomar conductas más asertivas.

No permitas que nadie te obligue a hacer lo que no quieres o abusen de ti. Atrévete a hacerte escuchar y expresa cómo te sientes. No hay que temer expresar nuestros sentimientos y pensamientos. Empieza por valorarte y respetarte a ti mismo.

Mayoría B
Tu estilo de conducta normalmente es agresivo. No dejas que nadie haga lo contrario de lo que quieres, sueles hacerte escuchar por la fuerza y no te importa tener los conflictos que hagan falta. Te dejas llevar por la ira y los sentimientos muy fácilmente.

Debes controlar más tus impulsos y tener en cuenta la opinión y sentimientos de los demás. Empieza a adoptar conductas asertivas. Seguramente consigas más de lo crees al tiempo que obtienes bienestar con tu entorno y contigo mismo.

Mayoría C
¡Enhorabuena! Gracias a que tu estilo de conducta generalmente es asertivo consigues fácilmente lo que quieres al mismo tiempo que te mantienes en armonía con el resto. Sueles salir airoso de los conflictos. Sabes expresar tus derechos y sentimientos siempre que es necesario. No permites que te manipulen ni haces sentir inferior a los demás. Sigue así, defendiendo tus ideas sin perjudicar a nadie y respetándote y queriéndote.

Asertividad y Relaciones Sociales
¿Te cuesta relacionarte con algunas personas?, ¿no sabes cómo expresar lo que sientes?, ¿te callas por no molestar?, ¿estallas cuando ya no aguantas más?.

Si te identificas con algunas de estas preguntas es porque no eres del todo asertivo. Como decía Aristóteles, el ser humano es un ser social por naturaleza. Por lo tanto, dominar el arte de las relaciones sociales nos reporta más que satisfacciones. Por un lado, nos hace conseguir nuestros objetivos de forma eficiente, lo que aumenta nuestra autoestima; y por otro, nos hace sentir integrados en el mundo.

La asertividad consiste en conocer nuestros derechos y defenderlos, respetando a los demás y expresando nuestros deseos de una manera amable, abierta y adecuada; logrando lo que deseamos sin molestar a los demás.

La mayoría de las personas se hayan en los dos extremos opuestos. Unas son pasivas, no expresan lo que sienten porque creen que van a ofender a la otra persona. Respetan a los demás pero no se respetan a sí mismas. Y otras son agresivas, defienden con exceso sus intereses sin tener en cuenta a los otros, provocándose, esta actitud, muchos problemas.

Estas dos formas de comportarse trae una serie de consecuencias negativas; la persona no logra alcanzar sus objetivos y si lo hace es con mucho malestar. Además se sienten con baja autoestima y con la sensación de falta de control.

Habitualmente la persona oscila entre estos dos estados (pasivo-agresivo). Aguanta por no tener problemas ya que no sabe expresarlos de forma satisfactoria. Cuando no puede soportarlo más, explota y se muestra agresiva.

Ser asertivo es el secreto del éxito de las relaciones sociales y, conseguirlo, es más fácil de lo que imaginamos. Sin embargo, hay un primer paso que hay que dar y es, perder el miedo al rechazo. Si nos enfrentamos a este miedo, el camino, para llegar a dominar este arte, será muy transitable.

Puedes empezar a practicar desde ya con las siguientes recomendaciones:
  • Inicia las conversaciones expresando tus deseos: “me gusta…”, “me siento..”
  • Si algún comentario de alguien no te agrada, házselo saber pero sin atacar a la otra persona. Por ejemplo, “Sé que no lo has hecho con mala intención, pero no me ha gustado lo que me has dicho”, al terminar sonríe.
  • Cuando estés en situaciones sociales, este pendiente de ti mismo, obsérvate´, mira tu cuerpo, tus manos y atiende tu respiración. Esto te ayudará a estar más tranquilo.
  • Rodéate de personas positivas e intenta evitar aquellas que te hacen sentir mal.

En definitiva, tenemos en nuestro manos el poder de las relaciones sociales. Solo hace falta aprender cómo hacerlo y practicar a diario.

La asertividad, es decir al otro lo que pensamos y sentimos, pero desde el cuidado a sus emociones, desde un “ganar/ganar”, te digo lo que quiero y necesito de ti, cuidándote, para ello es bueno utilizar los denominados Mensajes "Yo":

  1. Empezamos describiendo la situación: lo que nos molesta, lo que queremos cambiar, describiéndolo con hechos, no opiniones. Las opiniones son discutibles, los hechos no.
  2. Después, describo mis emociones: lo que siento cuando sucede aquello que deseo que cambie.
  3. Solicito una petición de cambio de conducta por parte del otro, no es una exigencia, advertencia o amenaza solapada…es una petición sincera.
  4. Doy las gracias por haber sido escuchada. Comunico la aceptación de cualquier opinión y sentir, por lo dicho y paso a escuchar atentamente sin juzgar.
  5. Acepto la decisión del otro sea cual sea
  6. En todo el encuentro cuido la coherencia entre lenguaje, cuerpo y emoción.
  7. Si es posible establecemos compromisos de cambio mutuos.
Esto que acabamos de leer es el proceso tan simple y tan cuidadoso de la asertividad.
Pero realmente sigo pensando que lo que pasó es que sencillamente hablamos de corazón a corazón.

Tarea: Al finalizar, escribe un plan de mejoramiento y las palabras que usarás para empezar a ser mas asertivo, comparte junto con el resultado del test al WhatsApp de orientación.



Milena Giraldo
Orientadora Escolar
WhatsApp: 318 236 2602 
correo: Rodriorientate@gmail.com


21 de agosto de 2020

Boletín extra #21: Habilidades sociales. Parte 1

Habilidades sociales. Parte 1

¿Sabes lo que es Asertividad?

La asertividad es la capacidad de comunicar nuestras posturas, derechos, opiniones, creencias o sentimientos sin dejarse manipular por los demás, y de una manera en que podamos transmitir lo que realmente queremos expresar.

Los comportamientos asertivos muestran una defensa de las propias necesidades frente a las exigencias de los demás sin llegar a comportarse de forma violenta.

Durante la interacción social, una persona asertiva es capaz de hacerse escuchar y defender sus ideas sin generar culpa ni ansiedad en nadie.

Se trata de un  punto medio entre una actuación inhibida o pasiva propia de personas tímidas o inseguras y entre los comportamientos violentos de personas egoístas o agresivas.Veamos el video y aclaremos un poco más:




Las dos ocasiones fundamentales en las que se pueden generar respuestas asertivas son: 
1. Situaciones de discusión o enfrentamiento, en las que se tiene que rechazar opiniones o comportamientos inadecuados y conseguir objetivos. Esto se denomina asertividad de oposición.
2. A la hora de hacer comentarios positivos o elogios a otros sin hacerles sentir incómodos. Esto se denomina asertividad de aceptación.

¿Te gustaría poder defender tus decisiones y derechos sin asaltar los de los demás?
Si tu respuesta es sí, es que quieres aprender a actuar asertivamente. 

La asertividad es una habilidad social que está muy de moda, implica saber defender nuestros derechos de forma clara delante de otras personas, teniendo en cuenta al mismo tiempo los efectos que esto provoca en ellos y procurando no herirles. Sin considerar ese momento como una guerra y, aceptando que habrá personas a las que no les gustará tu modo de actuar.

La conducta asertiva está representada por un conjunto amplio de comportamientos que se aplican a gran variedad de situaciones sociales. Algunas de ellas tienen que ver con la capacidad para decir “no” a peticiones que nos hacen los demás y consideramos inapropiadas o simplemente que no queremos o no podemos hacer.

Otras implican ser capaces de expresar a los demás algo que nos molesta de su comportamiento y pedirles que lo modifiquen. Las personas asertivas también saben expresar sus emociones de forma adecuada, tanto las positivas como las negativas. Además, son empáticas y tienen en cuenta cómo se sienten los demás.

¿Qué rasgos definen a una persona asertiva?
La persona asertiva normalmente se caracteriza por los siguientes rasgos:

  • Se comporta con libertad a la hora de expresarse y manifestar lo que piensa.
  • Tiene capacidad para comunicarse de forma sincera, clara y abierta.
  • Respeta a los demás sin dejar de respetarse a sí misma.
  • Tiene actitud de continuo aprendizaje.
  • No permite que otros le manipulen.
  • Aprovecha cada momento y sabe disfrutarlo con naturalidad y sin temor.
  • Expone sus quejas ante lo que no cree justo o conveniente.
  • Se atreve a exponer sus ideas o dudas ante los demás.
  • Mantiene actitud para conseguir sus objetivos.
  • Comprende y acepta sus limitaciones.
  • Sus sentimientos son más estables y controlados.

Todos podemos tener en mayor o menor proporción rasgos de este tipo. La clave para ser más asertivos es tratar de desarrollarlos en todos los aspectos de nuestra vida.

Causas de no ser asertivo
A lo largo de nuestra vida nos influyen varios factores que pueden impedir que se desarrolle esta manera de ser.
  • Los padres  no han reforzado actitudes asertivas, o por el contrario las han reprimido mediante castigos, amenazas o normas.
  • El propio sujeto no ha sabido reconocer aprobación y valoración de sus comportamientos asertivos como gestos amables o sonrisas. Por tanto no ha podido seguir desarrollándolos.
  • Ha recibido más refuerzo de otras actitudes. El sumiso, valoración de bueno y educado; el agresivo, de valiente frente a sus compañeros.
  • No ha desarrollado habilidades sociales que le permitan identificar los comportamientos más propicios.
  • No es capaz de reconocer sus derechos porque a lo largo de su vida le han inculcado valores que le impiden apreciarles. Por ejemplo, la competitividad frente a la cooperación.
  • Miedo a la soledad y al rechazo.

Tarea:
Escribe tres ocasiones en las cuales has considerado que no fuiste asertivo, enunciarlas y di por qué. Luego reflexiona y responde ¿cómo podría haber cambiado esa situación de una manera asertiva?

Milena Giraldo
Orientadora Escolar
WhatsApp: 318 236 2602 
correo: Rodriorientate@gmail.com

17 de agosto de 2020

Familia y Escuela: Desarrollo integral Modulo 1

Desarrollo integral Modulo 1

Lee en familia la siguiente reflexión, pueden ir respondiendo las preguntas y ejercicios propuestos en el cuaderno de orientación, al finalizar escriben el compromiso familiar según la tarea "para hacer en casa" y envían la evidencia al WhatsApp de orientación.


Las familias como primeras educadoras

Este ejercicio tiene como objetivo comprender el papel de la familia en la primera educación de los niños, niñas y jóvenes, al igual que la importancia de rescatar las tradiciones y apreciar la historia familiar, su procedencia, raíces, principios y valores, enfocándose en las fortalezas que identifican a la familia y que transmiten a sus hijos ejerciendo el rol de cuidado y crianza.

¿Les ha pasado?
A los papás puede pasarles que se han encontrado repitiéndole a sus hijos las frases que les decían sus padres y abuelos cuando eran niños, por ejemplo "¡con la comida no se juega!".

  • Escribe con qué frase les ha pasado y explica por qué ha sido valioso o conveniente usarla con tus hijos.
Cada familia es única, y aunque comparten el propósito de cuidar y educar a sus hijas e hijos, cada una lo hace desde sus raíces, tradiciones, experiencias de sus integrantes, y desde principios y valores que encuentran importante para transmitirles para que sean buenas personas y salgan adelante con sus vidas.


Reflexión individual
¡Quien sabe, sabe!
Que les parece si recuerdan a esas personas que los cuidaron y criaron durante sus primeros años de vida:
  • ¿Quiénes eran?
  • ¿Cómo se llamaban esas personas con quienes creció?
  • ¿Eran sus padres, otro familiar, alguien que le acogió cuando pequeño?
  • ¿Para qué cree que le sirvieron esos cuidados que le brindaron en su niñez?
  • ¿Para qué cree que le ha servido eso que le enseñaron?
  • Observa la siguiente imagen y elije las actividades que aprendiste de la persona que te cuidaba en tu niñez:
  • ¿Qué enseñanzas le dieron estas personas?

Asumir la responsabilidad de educar y cuidar a las nuevas generaciones, es un desafío constante que requiere preparación y paciencia. Con frecuencia, supone enfrentar preguntas y plantear reflexiones para generar cambios en las interacciones que permitan atender de manera conveniente cada situación según las características de las niñas, niños y jóvenes.

Esta tarea genera dudas. No siempre se tienen respuestas a las situaciones, ni las palabras correctas en el momento justo. Educamos con lo que tenemos, por esto, es posible que en ocasiones surjan sombras y las familias sientan que sus capacidades para acompañar se agotan, pero con afecto y disposición para el diálogo y la renovación de acuerdos entre adultos y niños pueden encontrar nuevas opciones para fortalecerse juntos.
Para continuar la reflexión:
Piensa en una actitud que crees que no ayuda mucho al momento de cuidar y criar:
  • ¿En qué momentos la expresas? 
  • ¿Qué puedes hacer para transformar esta actitud?
  • ¿Cuáles son las enseñanzas más importantes que le quieren dejar en sus familias? nombra 3.
Lee el siguiente cuento:
El pastorcito mentiroso (Esopo)
Había una vez un pastorcito que cuidaba su rebaño en la cima de la colina. Él se encontraba muy aburrido y para divertirse se le ocurrió hacerles una broma a los aldeanos.

Luego de respirar profundo, el pastorcito gritó:
— ¡Lobo, lobo! Hay un lobo que persigue las ovejas.
Los aldeanos llegaron corriendo para ayudar al pastorcito y ahuyentar al lobo. Pero al llegar a la cima de la colina no encontraron ningún lobo.

El pastorcito se echó a reír al ver sus rostros enojados.
—No grites “lobo” cuando no hay ningún lobo —dijeron los aldeanos y se fueron enojados colina abajo.

Luego de unas pocas horas, el pastorcito gritó nuevamente:
— ¡Lobo, lobo! El lobo está persiguiendo las ovejas.

Los aldeanos corrieron nuevamente a auxiliarlo, pero al ver que no había ningún lobo le dijeron al pastorcito con severidad:
—No grites “lobo” cuando no hay ningún lobo, hazlo cuando en realidad un lobo esté persiguiendo las ovejas.

Pero el pastorcito seguía revolcándose de la risa mientras veía a los aldeanos bajar la colina una vez más. Más tarde, el pastorcito vio a un lobo cerca de su rebaño. Asustado, gritó tan fuerte como pudo:
— ¡Lobo, lobo! El lobo persigue las ovejas.

Pero los aldeanos pensaron que él estaba tratando de engañarlos de nuevo, y esta vez no acudieron en su ayuda. El pastorcito lloró inconsolablemente mientras veía al lobo huir con todas sus ovejas.

Al atardecer, el pastorcito regresó a la aldea y les dijo a todos:
—El lobo apareció en la colina y ha escapado con todas mis ovejas. ¿Por qué no quisieron ayudarme?

Entonces los aldeanos respondieron:
—Te hubiéramos ayudado, así como lo hicimos antes; pero nadie cree en un mentiroso incluso cuando dice la verdad.

Recapitulando:
Con sus enseñanzas y su propia experiencia, las familias buscan que sus niñas, niños o adolescentes conozcan el mundo al que llegaron, cuáles son sus reglas, las cosas que se valoran, que sus capacidades y habilidades sean reconocidas, valoradas y que la sociedad cuente con ellos.

El primer insumo que tienen las familias para enriquecer las interacciones con sus niñas, niños y adolescentes proviene de sus propias vivencias familiares y culturales, que van configurando imaginarios de relación y formas de comportamiento, que de manera consciente o inconsciente van heredándose de una generación a otra y tienen influencia en las creencias, valoraciones y expectativas.

Las familias son un escenario de enseñanza y de aprendizaje que proyecta las vidas de sus integrantes y brinda posibilidades para que las personas encuentren opciones de disfrute y satisfacción personal y social en cualquier misión que decidan emprender. En cualquier otro escenario en donde interactúen brillará el sello característico de la familia de origen.

Es por esto por lo que la familia se reconoce como el primer escenario en el que los niñas y niños empiezan a poner en acción sus formas de hablar, de pensar, sentir, de relacionarse con otros y a medida que crecen y se hacen adolescentes, también es allí donde aprenden a argumentar, a valorar a otros, a ser ellos mismos y a contribuir en la transformación de su familia y de su comunidad.
Adaptado de: Ministerio de Educación Nacional. 
Alianza Familia/Escuela por el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes. Fascículo 1: Familias como primeras educadoras. ISBN: 978-958-785-276-9
Milena Giraldo
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