17 de agosto de 2020

Familia y Escuela: Desarrollo integral Modulo 1

Desarrollo integral Modulo 1

Lee en familia la siguiente reflexión, pueden ir respondiendo las preguntas y ejercicios propuestos en el cuaderno de orientación, al finalizar escriben el compromiso familiar según la tarea "para hacer en casa" y envían la evidencia al WhatsApp de orientación.


Las familias como primeras educadoras

Este ejercicio tiene como objetivo comprender el papel de la familia en la primera educación de los niños, niñas y jóvenes, al igual que la importancia de rescatar las tradiciones y apreciar la historia familiar, su procedencia, raíces, principios y valores, enfocándose en las fortalezas que identifican a la familia y que transmiten a sus hijos ejerciendo el rol de cuidado y crianza.

¿Les ha pasado?
A los papás puede pasarles que se han encontrado repitiéndole a sus hijos las frases que les decían sus padres y abuelos cuando eran niños, por ejemplo "¡con la comida no se juega!".

  • Escribe con qué frase les ha pasado y explica por qué ha sido valioso o conveniente usarla con tus hijos.
Cada familia es única, y aunque comparten el propósito de cuidar y educar a sus hijas e hijos, cada una lo hace desde sus raíces, tradiciones, experiencias de sus integrantes, y desde principios y valores que encuentran importante para transmitirles para que sean buenas personas y salgan adelante con sus vidas.


Reflexión individual
¡Quien sabe, sabe!
Que les parece si recuerdan a esas personas que los cuidaron y criaron durante sus primeros años de vida:
  • ¿Quiénes eran?
  • ¿Cómo se llamaban esas personas con quienes creció?
  • ¿Eran sus padres, otro familiar, alguien que le acogió cuando pequeño?
  • ¿Para qué cree que le sirvieron esos cuidados que le brindaron en su niñez?
  • ¿Para qué cree que le ha servido eso que le enseñaron?
  • Observa la siguiente imagen y elije las actividades que aprendiste de la persona que te cuidaba en tu niñez:
  • ¿Qué enseñanzas le dieron estas personas?

Asumir la responsabilidad de educar y cuidar a las nuevas generaciones, es un desafío constante que requiere preparación y paciencia. Con frecuencia, supone enfrentar preguntas y plantear reflexiones para generar cambios en las interacciones que permitan atender de manera conveniente cada situación según las características de las niñas, niños y jóvenes.

Esta tarea genera dudas. No siempre se tienen respuestas a las situaciones, ni las palabras correctas en el momento justo. Educamos con lo que tenemos, por esto, es posible que en ocasiones surjan sombras y las familias sientan que sus capacidades para acompañar se agotan, pero con afecto y disposición para el diálogo y la renovación de acuerdos entre adultos y niños pueden encontrar nuevas opciones para fortalecerse juntos.
Para continuar la reflexión:
Piensa en una actitud que crees que no ayuda mucho al momento de cuidar y criar:
  • ¿En qué momentos la expresas? 
  • ¿Qué puedes hacer para transformar esta actitud?
  • ¿Cuáles son las enseñanzas más importantes que le quieren dejar en sus familias? nombra 3.
Lee el siguiente cuento:
El pastorcito mentiroso (Esopo)
Había una vez un pastorcito que cuidaba su rebaño en la cima de la colina. Él se encontraba muy aburrido y para divertirse se le ocurrió hacerles una broma a los aldeanos.

Luego de respirar profundo, el pastorcito gritó:
— ¡Lobo, lobo! Hay un lobo que persigue las ovejas.
Los aldeanos llegaron corriendo para ayudar al pastorcito y ahuyentar al lobo. Pero al llegar a la cima de la colina no encontraron ningún lobo.

El pastorcito se echó a reír al ver sus rostros enojados.
—No grites “lobo” cuando no hay ningún lobo —dijeron los aldeanos y se fueron enojados colina abajo.

Luego de unas pocas horas, el pastorcito gritó nuevamente:
— ¡Lobo, lobo! El lobo está persiguiendo las ovejas.

Los aldeanos corrieron nuevamente a auxiliarlo, pero al ver que no había ningún lobo le dijeron al pastorcito con severidad:
—No grites “lobo” cuando no hay ningún lobo, hazlo cuando en realidad un lobo esté persiguiendo las ovejas.

Pero el pastorcito seguía revolcándose de la risa mientras veía a los aldeanos bajar la colina una vez más. Más tarde, el pastorcito vio a un lobo cerca de su rebaño. Asustado, gritó tan fuerte como pudo:
— ¡Lobo, lobo! El lobo persigue las ovejas.

Pero los aldeanos pensaron que él estaba tratando de engañarlos de nuevo, y esta vez no acudieron en su ayuda. El pastorcito lloró inconsolablemente mientras veía al lobo huir con todas sus ovejas.

Al atardecer, el pastorcito regresó a la aldea y les dijo a todos:
—El lobo apareció en la colina y ha escapado con todas mis ovejas. ¿Por qué no quisieron ayudarme?

Entonces los aldeanos respondieron:
—Te hubiéramos ayudado, así como lo hicimos antes; pero nadie cree en un mentiroso incluso cuando dice la verdad.

Recapitulando:
Con sus enseñanzas y su propia experiencia, las familias buscan que sus niñas, niños o adolescentes conozcan el mundo al que llegaron, cuáles son sus reglas, las cosas que se valoran, que sus capacidades y habilidades sean reconocidas, valoradas y que la sociedad cuente con ellos.

El primer insumo que tienen las familias para enriquecer las interacciones con sus niñas, niños y adolescentes proviene de sus propias vivencias familiares y culturales, que van configurando imaginarios de relación y formas de comportamiento, que de manera consciente o inconsciente van heredándose de una generación a otra y tienen influencia en las creencias, valoraciones y expectativas.

Las familias son un escenario de enseñanza y de aprendizaje que proyecta las vidas de sus integrantes y brinda posibilidades para que las personas encuentren opciones de disfrute y satisfacción personal y social en cualquier misión que decidan emprender. En cualquier otro escenario en donde interactúen brillará el sello característico de la familia de origen.

Es por esto por lo que la familia se reconoce como el primer escenario en el que los niñas y niños empiezan a poner en acción sus formas de hablar, de pensar, sentir, de relacionarse con otros y a medida que crecen y se hacen adolescentes, también es allí donde aprenden a argumentar, a valorar a otros, a ser ellos mismos y a contribuir en la transformación de su familia y de su comunidad.
Adaptado de: Ministerio de Educación Nacional. 
Alianza Familia/Escuela por el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes. Fascículo 1: Familias como primeras educadoras. ISBN: 978-958-785-276-9
Milena Giraldo
Orientadora Escolar
WhatsApp: 318 236 2602 
correo: Rodriorientate@gmail.com

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