24 de marzo de 2020

Boletin extra #5: Tareas familiares en tiempo de coronavirus

Taller de padres # 1
Grados 6° a 9°

LOS HÁBITOS SE APRENDEN EN CASA 


La vida familiar se asienta en las actividades cotidianas que realizan las familias. Una distribución equitativa de las responsabilidades familiares percibida como justa por todos, facilita el funcionamiento y la satisfacción familiar.

Para esta taller, se debe realizar la lectura junto con los padres y enviar la actividad asignada según las instrucciones al final de este blog.

¿Qué se propone? 
Seguir educando a sus hijos pero de una manera original y didáctica, compartiendo con ellos las tareas familiares. Desde el punto de vista educativo, compartir los hábitos de estudio puede resultar beneficiosos tanto para los niños como para la familia.

¿Qué beneficios tiene compartir la educación con los hijos?
      
  • Al educar a los niños compartiendo las tareas los padres estimulan el desarrollo personal y social de sus hijos.
  • Practicando, con  paciencia, poco a poco y progresivamente, los niños van aprendiendo una metodología para hacer las tareas y una forma de hacerlas relacionándose con los demás. 
  • En la familia se aprende a trabajar en grupo. 

Siguiendo las orientaciones que se presentan en esta guía, puede ayudar a su hijo a desarrollar la confianza en sí mismo y tener un sentido de responsabilidad; se le enseña a colaborar y respetar a los demás, animándolo a esforzarse y ser perseverante cuando se enfrenta a las tareas. 

Además, está preparando a su hijo para afrontar las tareas y responsabilidades de su futura vida familiar. Parece lejano, pero educando hoy a nuestros hijos en el respeto y la igualdad entre el hombre y la mujer, podemos contribuir a que las futuras generaciones practiquen la corresponsabilidad de las obligaciones familiares.


Se ha preguntado ¿cuál es la razón de la mayoría de las pequeñas discusio­nes cotidianas en las familias?  

Sin duda alguna la repartición de las tareas y la escasa o in­adecuada participación de algunos miembros de la familia en las tareas familiares, se puede considerar inequitativa e injusta. Si desde el comienzo se negocia la asignación de tareas entre todos, y al final se percibe como justo, las personas se relacionan con mayor respeto. 

Además para los padres es muy satisfactorio ver cómo los hijos colaboran en la familia porque es una forma de demostrarles respeto y cariño. Y para sus hijos una forma de sentirse partícipes de la vida familiar y ser reconocidos por ello. Por tanto, las relaciones padres-hijos se vuelven más positivas y las relaciones familiares suelen mejorar.

Igualmente, el tiempo que antes se pasaba discutiendo ahora se comienza a compartir con los demás. El compartir actividades con los hijos nos da la oportunidad de educarlos, no solo enseñándoles a cumplir las tareas familiares, ¡que ya es importante! sino también mostrarles “como se hacen o nos gustaría que se hicieran las cosas en esta familia”, qué pensamos, qué valores y normas compartimos, cómo nos comunicamos, etc.

Además, todos y especialmente las madres (que son las que más trabajo realizan regularmente en el hogar), podrán disponer de más tiempo libre para dedicar a pasatiempos personales y familiares. 

Y, por último, el estilo de vida familiar corresponsable también facilita compaginar la vida familiar, laboral y social de la familia. Un buen equilibrio entre estas tres áreas de actividad, contribuye a sentirse más satisfecho al compaginar la vida familiar y laboral y a prevenir dificultades personales (depresión, estrés, ansiedad...) derivadas de la sobrecarga de trabajo familiar.


BENEFICIOS DE EDUCAR COMPARTIENDO LAS TAREAS FAMILIARES

Para los hijos/Para la familia:
  • Mejoras en el desarrollo personal y social de los niños:
  • Mayor bienestar familiar: 
  • La casa funciona mejor.
  • Aprende a respetar y colaborar.
  • Mejora el respeto y las relaciones familiares
  • Desarrolla la confianza en sí mismo.
  • Aumento de las actividades familiares compartidas
  • Aprende a realizar las tareas. 
  • Contribución a la conciliación entre la vida familiar, laboral y  social.
  • Desarrolla la responsabilidad.
  • Aprende a esforzarse.
  • Desarrolla la perseverancia.


La participación en las tareas familiares según las edades de los hijos
  • 7-11 años:
A esta edad ya suelen ser responsables de las tareas de autocuidado aunque a veces sean algo olvidadizos.... En este momento ya puede ofrecerle alternativas y permitir que elija entre ellas. Así comienza a enseñarle a decidir y experimentar las consecuencias de sus decisiones. Por ejemplo, en vez de elegirle la ropa, permita que sea su hijo el que elija, puede orientarlo pero el/ella será quien decida finalmente y debe asumir las consecuencias de su decisión.
Esta es la edad de la aproximación a las ta­reas familiares son aquellas que cubren las necesidades de algunos o todos los miem­bros de la familia (cocinar, planchar, lavar la ropa, etc.…). Las más com­plejas las realizan los padres pero los hijos pueden ayudarles.
                            
Suelen comenzar realizando tareas como po­ner la mesa, hacer mandados, barrer... Y también conviene animarles a realizar “tareas por otros” (“recoger lo que otro ha dejado olvida­do”, “buscar lo que otro ha perdido”,” limpiar lo que otro ha ensuciado” etc..).

TIPOS DE TAREAS:
  • Cuidar sus pertenencias.
  • Cuidar su ropa.
  • Cuidar su material escolar.
  • Utilizar dinero en pequeñas compras.
  • Ahorrar.
  • Aprovechar la energía (no dejar la luz prendida, ni la nevera abierta...).
  • Utilizar el agua necesaria, no derramarla, usarla en exceso.
  • Reciclar (papel, material escolar...).
Otros tipos de tareas:
  • Proporcionar cariño a familiares y amigos.
  • Acordar y cumplir las normas familiares.
  • Decidir entre varias alternativas (ej.: en qué actividades extraescolares apuntarse; que actividades de ocio realizar).
  • Participar en las reuniones familiares y con los amigos.
  • Entretener a miembros de la familia, incapacitados o enfermos.
  • Llamar por teléfono a familiares para interesarse por su salud.
  • Ayudar a cuidar los animales.
  • Hacer los deberes.
  • Participar en actividades extraescolares (deportes; música; baile; idiomas; cine; actividades culturales).
  • Participar en actividades de ocio familiares.
  • Controlar el uso de la TV.
  • Jugar con los hermanos.
  • Relacionarse con amigos y compañeros.
IMPORTANTE:
Supervise la utilización de cualquier producto de limpieza para evitar riesgos de accidentes.
No permita que utilicen la cocina sin supervisión de un adulto.
Sea observador frente a cualquier cambio de conducta de su hijo con algún familiar o adulto para identificar casos de abuso de confianza, maltrato físico, verbal o psicológico.
En caso de incumplir una tarea específica, hable con su hijo/a y explique por qué es importante cumplir dicha tarea.

  • 12-17 años:
A esta edad ya “saben” realizar la mayoría de las tareas (a excepción de las más complejas) pero les cuesta esforzarse y realizar las con regularidad.

Es la etapa de la negociación con los hijos. Dialogue con ellos y negocie en qué tareas quieren participar y qué ocurrirá tanto si colaboran como si no lo hacen. Si no colabora, o lo hace inadecuadamen­te, deje que experimente las consecuencias acordadas previamente con él.
Debido a que cada familia tiene unas nece­sidades y responsabilidades familiares dife­rentes, estas tareas son orientativas.

Es importante tomar en consideración los deseos e intereses de los niños y acordar con ellos las tareas en las que quieren y pueden participar, y progresivamente se puede ir incrementando su par­ticipación.

TIPOS DE TAREAS:
  • Gestión de recursos familiares.
  • Reciclar la basura utilizando los contenedores correspondientes.
  • Administrar su dinero. Comprar su ropa y demás cosas que necesite.  
  • Liderazgo, toma de decisiones y relaciones familiares: Crianza, educación y supervisión de los hermanos; manifestar cariño y apoyo a otros familiares y amigos.
  • Participar de la toma de decisiones familiares (normas, actividades de ocio etc..).
  • Tomar decisiones personales y escolares (idear y decidir planes de fi n de semana con los amigos; elegir asignaturas optativas.).
  • Negociar normas y límites. Visitar a los abuelos u otros familiares.
  • Participar y ayudar a preparar veladas o fiestas con familiares y amigos.
  • Hacer compañía a familiares discapacitados (físicos, psíquicos o sensoriales).
  • Atender necesidades de familiares enfermos. 
  • Encargarse de los animales domésticos (comida, paseo etc..).
  • Cuidar el jardín o la huerta.
  • Desarrollar hábitos de estudio.
  • Desarrollar el hábito de la lectura (libros, periódico, revistas...)
  • Participar y organizar actividades extraescolares con los amigos y compañeros (deportivas; musicales; actividades culturales etc.).
  • Cuidar de hermanos pequeños.
IMPORTANTE:
Controlar el uso del móvil y del computador, para que no se exceda en el tiempo de uso.
Enséñele a usar los productos de limpieza y explíquele los riesgos que tienen.


 ¿Cómo obtener la colaboración de los hijos en las tareas familiares?
Siete reglas para conseguir siete objetivos

  • Objetivo Nº 1 QUE UD. DECIDA IMPLICARSE Y ENSEÑARLE.
Regla Nº 1 ADOPTAR UNA ACTITUD DE IMPLICACIÓN EDUCATIVA: COMBINE EL APOYO Y LA FIRMEZA.

Si uno está convencido de que el compartir las tareas familiares es algo valioso que tiene beneficios para el desarrollo de los hijos le será más fácil ponerse en marcha. Consiste en demostrar un interés decidido por desempeñar el papel de educador de su hijo. Y el papel que le ha tocado es el de “entrenador” comprensivo pero firme que combina, por un lado, el reconocimiento por la colaboración de su hijo y, por otro, la actitud de firmeza ante su escasa o inadecuada colaboración.

  • Objetivo Nº 2 QUE APRENDA LA IMPORTANCIA DE SU COLABORACIÓN PARA LA VIDA FAMILIAR
Regla Nº 2 ENSEÑARLE A RESPETAR A LOS DEMÁS: ANÍMELE A PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO.


Tenemos que explicar a nuestro hijo la importancia que tiene para la vida familiar la colaboración de todos. Y, especialmente, recordarle que su ayuda es muy valiosa para la familia. Si no lo hacemos los niños podrían pensar que el que tengan que hacer las tareas es una especie de castigo soterrado. Compartir las tareas con sus hijos les enseña el valor del respeto en la vida familiar. Tenemos necesidades que cubrir y, por lo tanto, tareas familiares que realizar, cada uno a su medida.

Si se reparte entre todos y todos perciben cómo justo este reparto, costará menos, se hará antes y mejor. Si no fuera así no habría respeto e igualdad en la vida familiar. Además es una oportunidad para enseñar a su hijo a respetar a los demás y darle la ocasión de practicarlo. Explíquele y hágale experimentar que para que funcione la vida familiar las personas tienen que repartirse las tareas, coordinarse y asumir su responsabilidad. Si uno deja de realizar su parte puede que la cadena se rompa y las consecuencias suelen ser, no sólo para él sino para toda la familia.

  • Objetivo Nº 3 QUE APRENDA QUE ÉL PUEDE HACERLO
Regla Nº 3 ENSEÑARLE QUE ES CAPAZ: ESTIMULE A SU HIJO PARA QUE CONFÍE EN SÍ MISMO

El sentirse capaz de realizar algo nos da una motivación que hace que nos esforcemos y confiemos más en nosotros mismos. El sentimiento de capacidad es algo muy valioso que garantiza que finalicemos con éxito nuestros proyectos.

Sí, incluso cuando la realización de la tarea no sea correcta, podremos fijarnos en que ha contribuido con su interés y con su esfuerzo, aunque no le haya salido tan bien como nos hubiera gustado. No hay que equivocarlo con no corregir sus faltas, se puede hacer de forma positiva, sin juicios de valor sobre su persona, sin recriminaciones negativas, sin amenazas... sino diciéndole lo que queremos que haga o cambie de forma positiva.

  • Objetivo Nº 4 QUE APRENDA A HACERLO
Regla Nº 4 ENSEÑARLE A REALIZAR LAS TAREAS:  UTILICE UNA COMUNICACIÓN CLARA Y POSITIVA

Para enseñarles las tareas, en primer lu­gar, los padres pueden comenzar ofreciéndo­les un modelo de actuación positivo, siendo un ejemplo. Los niños aprenden más a través de imitar las conductas que observan que prácticamente cualquier otro medio. Si Ud. quiere que su hijo haga algo de cierta mane­ra actúe de esa forma.

En segundo lugar, pueden utilizar uno de los recursos educativos más importantes con que cuentan los padres para influenciar a sus hijos, la comunicación clara, fluida y positiva. La buena relación con ellos es fundamental para solicitar su colaboración en las tareas. Si no lo ha hecho ya, pídale su ayuda clara y concretamente.

  • Objetivo Nº 5 QUE APRENDA A SER RESPONSABLE
Regla Nº 5 ENSEÑARLE A ASUMIR LA RESPONSABILIDAD: PERMITA QUE DECIDA Y EXPERIMENTE LAS CONSECUENCIA

Para desarrollar el sentimiento de responsabilidad lo primero que hay que saber es cuando hay que estar encima de ellos (controlándolos) y también cuando no. ¿Cómo saberlo? Pregúntese si Ud. le ha enseñado la tarea, si su hijo es capaz de realizarla y si Ud. le anima con frecuencia a hacerla. Si responde un triple “SI” deje de estar encima de él recordándole lo que tiene que hacer y cómo tiene que hacerlo. Dele  tiempo. Enséñele a hacerlo por sí mismo.

Los niños que colaboran en casa son aquellos que fueron controlados cuando las circunstancias lo requerían, pero no constante mente. El estar continuamente recordando lo que tienen que hacer o corrigiéndoles suele generar malestar en los niños y unas relaciones tensas que no son propicias para obtener su colaboración. Enseñar a asumir la responsabilidad requiere enseñar los niños a tomar decisiones y a ser consecuente con ellas.

  • Objetivo Nº 6 QUE SE RESPONSABILICE DE HACERLO LO MEJOR QUE PUEDA
Regla Nº 6 ENSEÑARLE A ESFORZARSE: ANÍMELE A QUE MEJORE

Otra cuestión que se plantean los padres cuando quieren enseñar a su hijo a compartir las tareas familiares es si tienen que ser exigentes o conformarse con “basta con que lo haga”. Aunque es difícil, podemos evitar algunas reacciones comunes de los padres extremas, el exigir en exceso o, por el contrario, el escaso nivel de exigencia.

Algunos padres con la mejor intención de que su hijo sea el mejor o lo haga mejor les man­da el mensaje de “no está mal pero no está perfecto” o “está bien, pero lo puedes hacer mejor”. Con estos mensajes se transmite una búsqueda constante de la perfección que desanima a los niños ya que nunca obtienen reconocimiento porque lo que hacen nunca termina de estar bien, siempre es mejorable. Cuando los niños perciben un exceso de exigencia se sienten frustrados y con frecuencia terminan evitando o retirándose de la tarea. Además, convendría preguntarnos ¿existe realmente la perfección?

El punto medio en esta cuestión está en que lo haga lo mejor que pueda.
Esto dependerá de su edad y de las habilidades que tenga para ello.

  • Objetivo Nº 7 QUE SEA PERSEVERANTE 
Regla Nº 7 ENSEÑARLE CÓMO DEMORAR LA GRATIFICACIÓN: ATRASE LA OBTENCIÓN DE RECOMPENSAS

Una pregunta frecuente que suelen hacerse algunos padres, sobre todo con hijos adoles­centes, es “¿debo recompensar a mi hijo por ayudar en las tareas familiares?”. La res­puesta a esta pregunta depende de qué tipo de recompensa se utilice y de cuándo y cómo se dé. Lo más importante es enseñar a los hijos a esperar atrasando la obtención de la recompensa. Se trata de enseñarles cómo de­morar la gratificación. Conviene evitar darle la recompensa inmediatamente después de que haya realizado la tarea, que espere que llegue el momento de recibirla.

Es importante hacerles comprender que todos en la familia colaboramos sin recibir recompensas inmediatas cada vez que lo hacemos. Si esperamos recibir algo a cambio de nuestra colaboración, claro, pero esto es el bienestar que reporta la realización de las tareas familiares. Por eso es mejor no utilizar recompensas materiales (premios, dinero...) y utilizar las de tipo personal o social.
Vale la pena educar a los niños a desarrollar la fuerza de voluntad y la perseverancia y que aprendan que las mayores recompensas son a menudo aquellas que se producen con el tiempo y a largo plazo.

¡Anímese a compartir las tareas para educar a sus hijos!

Actividad para enviar:
Todas estas cosas que le hemos presentado en esta guía las pueden hacer fácilmente y todas estas cosas marcarán una diferencia en el funcionamiento y bienestar de las familias.

Para estudiantes de 6° a 9°:
Luego de realizar la lectura en familia y de seguir las recomendaciones, los estudiantes de 6 a 9 deberán anotar en su cuaderno de orientación (y luego en un documento word) las responsabilidades que les han sido asignadas en casa y ubicarlas en el horario personal, teniendo en cuenta el taller realizado por la orientadora acerca de los hábitos de estudio.

Correo para el envío de actividad en archivo word o pdf/ o al whatsap 

3182362602

Para los padres:
Llenar el formato siguiendo este enlace -VER FORMATO-  enviarlo para el seguimiento y realizar el reporte a la orientadora Milena.


Milena Giraldo
Orientadora escolar
Sede A Jornada tarde

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